La falacia de las pensiones

La reacción del mundo político y mediático español a la masiva manifestación de Barcelona del 11 de Setiembre está siguiendo las pautas previstas. La sorpresa inicial se ha transformado en negación de los hechos, amenazas y augurios de calamidades ilimitadas si Catalunya se separa de España. Nada que no estuviera en el guión que siguen todos los maridos despechados que se creen propietarios de sus esposas cuando éstas les piden el divorcio.
Entre las calamidades que anuncian los profetas del infortunio está la ruina completa de los pensionistas: “si Catalunya se va de España, España se negará a pagar las pensiones de los jubilados catalanes porque todo el dinero que han contribuido a lo largo de la vida está en España y no en Catalunya”, avisan indignados. Este intento de meter miedo en el cuerpo de los pensionistas es potente porque, a su edad, los jubilados no tienen manera de ganarse un sueldo por lo que si pierden la pensión, están perdidos. Y es un argumento que podría desequilibrar la balanza en caso de referéndum porque en Catalunya hay muchos jubilados. El argumento, sin embargo, tiene un “pequeño” problema: ¡Es mentira! De hecho, no solo es mentira sino que es una monumental estupidez que solo puede decir alguien que no conoce cómo funciona el sistema de pensiones.
Veamos. Cuando un trabajador cotiza a la seguridad social, el estado toma ese dinero y NO lo deposita en una cuenta con el nombre del trabajador para que éste se encuentre el dinero el dia que se jubile. No. El dinero que paga el trabajador hoy es utilizado para pagar a los pensionistas de hoy. ¡Una vez pagado el pensionista, el dinero desaparece! Del mismo modo, el dinero que los pensionistas pagaron cuando eran trabajadores fue utilizado para pagar las pensiones de los jubilados de entonces. Utilizando jerga económica, el sistema de pensiones español es un sistema de reparto.
La única razón por la que los jubilados de hoy reciben una pensión es que los trabajadores de hoy aportan sus cotizaciones a la seguridad social. Por lo tanto, la única garantía que tienen los jubilados de cobrar su pensión, en España o en Catalunya, son los jóvenes trabajadores dispuestos a dar una parte de su sueldo para pagar a los ancianos de hoy a cambio de que la siguiente generación haga lo mismo con ellos.
Eso es muy importante ya que quiere decir que las pensiones de los jubilados catalanes no las garantizan ni el gobierno español ni ningún fondo depositado en algún banco a nombre de esos trabajadores. La garantía de las pensiones de los jubilados catalanes la dan los trabajadores catalanes que coticen a la seguridad social, sea ésta catalana o española.
Entendido eso, pensemos qué pasaría ante una eventual división de España. Imaginemos un ejemplo con 17 comunidades autónomas, cada una de las cuales tiene 4 trabajadores y un jubilado. Si las 17 CCAA están unidas en un país que se llama España, en el conjunto del país habrá 17x4 trabajadores (68 trabajadores) que harán sus contribuciones a la Seguridad Social estatal y esas 68 contribuciones se dividirán entre 17 jubilados. Tocará a 4 trabajadores por jubilado.
Imaginemos ahora que una de las CCAA se independentiza. Las otras 16 comunidades tendrán menos cotizaciones (porque solamente tendrán 16x4=64 trabajadores)pero los jubilados no sufriran porque también habrá menos jubilados: no 17 sino a 16 jubilados. Fijaos que sigue tocando a 4 trabajadores por jubilado. Por otro lado, la comunidad que se ha separado, llamémosle Catalunya, habrá 4 trabajadores y un jubilado. Como el número de cotizantes por jubilado sigue siendo el mismo y por lo tanto, las pensiones (que insisto, no paga el gobierno sino los trabajadores) no cambiarán ni un céntimo. Ni en España ni en Catalunya.
Por lo tanto, el argumento de que si Catalunya se independentiza arruinará a los jubilados catalanes es absolutamente falso.

Dejadme acabar con dos comentarios finales. Primero, yo no soy partidario de amenazar a la gente con eliminar sus pensiones pero si los analistas quieren pensar qué pasará con la seguridad social en caso de independencia, hagámoslo en serio. Lo digo porque en el ejemplo que he dado he imaginado que existe el mismo número de trabajadores en cada comunidad y que en todas ellas cobraban lo mismo. En realidad, sin embargo, los salarios en Catalunya son un poco más altos (24.449 euros anuales en Catalunya, 22,790 en España) y la tasa de paro un poco más baja (paro en España es del 24,5% y en Catalunya el 21,9%). Eso quiere decir que si Catalunya fuera independiente, las contribuciones de los trabajadores catalanes se iría íntegramente a financiar las pensiones de los abuelos catalanes. Y como esas contribuciones son superiores (porque insisto, los salarios son superiores y la tasa de paro inferior), resultaría que las pensiones de los abuelos catalanes en caso de independencia no solo no serían más bajas sino que serían más altas.
Y segundo, además del sistema de reparto que he mencionado arriba, España ha ido creando un “fondo de reserva de la seguridad social”. Dado que el sistema de pensiones consiste en tomar el dinero de los jóvenes para dárselo a los ancianos, los dirigentes españoles se dieron cuenta de que el sistema pronto podría colapsar dado que venía “el baby boom”. Es decir, cuando en los años 50 y 60, los españoles se dedicaron a tener muchos hijos, nació una generación con muchos ciudadanos (de hecho, es mi generación). La generación que viene después no es tan numerosa. Por lo tanto, cuando nosotros nos jubilemos, la pequeña generación que viene detrás tendrá que apechugar y pagar una parte muy substancial de sus salarios para mantener a tanto jubilado. Para no tener que ahogar a esa generación, el gobierno creó un “fondo de reserva” en la que una parte de las cotizaciones se ha ido guardando para esa eventualidad. En la actualidad ese fondo tiene unos 66.000 millones de euros, una cantidad ridículamente pequeña que no puede arreglar el problema de la generación del baby boom (notad que toca a menos a 1.500 euros por persona, una cantidad del todo insuficiente para financiar las pensiones PARA TODA LA VIDA).
Los profetas de la catástrofe podrían argumentar que España se va a quedar todo ese fondo y no le va a dar la parte correspondiente a los catalanes a pesar de que los catalanes contribuyeron con sus sueldos a la acumulación de ese fondo. Curiosamente, quienes argumentan que los Catalanes no tienen derecho a reclamar el porcentaje de ese fondo que le corresponde también argumentan que Catalunya se va a tener que llevar el 20% de la deuda del gobierno español. Pero claro, si no se divide el fondo de pensiones, tampoco se va a dividir la deuda pública. Y recuerden que la deuda pública es de 617.000 millones (10 veces superior al fondo de la seguridad social!). Ya verán como corren a dividir el fondo de pensiones!
Dicho esto, la realidad es que el fondo de reserva de la Seguridad Social TAMPOCO tiene el dinero de los contribuyentes. Hoy mismo hemos visto como el gobierno está utilizando ese dinero para financiar el gasto corriente. Y el 90% del dinero del fondo se ha utilizado para comprar bonos del estado. Es decir, el gobierno ha cogido el dinero y, a cambio, ha dado un papelito con la promesa de que lo devolverá en el futuro.
Eso me recuerda un fantástico episodio de los Simpsons, en el que, por una urgencia familiar, los Simpson se vieron obligados a romper el cerdito de cerámica que contenía los ahorros de la familia. Marge coge el martillo y rompe el cerdito. Y en lugar de aparecer el dinero, aparecen una montaña de “pagarés” emitidos por Homer! Durante todo ese tiempo, Homer había estado cogiendo el dinero para ir a beber cerveza al bar Moe´s y cambiándolo por unos pagarés. “¡No pasa nada! ¡Mis pagarés son tan seguros como el dinero en efectivo!”, dice Homer en un intento burdo de justificar su malgasto pretendiendo que el dinero todavía está allí. El problema es que el dinero no estaba. Igual que no está en el fondo de reserva de la seguridad social española, un fondo que se ha convertido en el cerdito de cerámica gigante de Homer Simpson.
Que duerman tranquilos, pues, los jubilados catalanes ante las amenazas y los falsos augurios de los profetas del miedo. Si uno entiende como funcionan las pensiones en España, está claro que, en caso de que Catalunya se independizara, no solo no perderán ellos sus pensiones sino que, con toda probabilidad, se las aumentarán!.

Fuente:
www.salaimartin.com

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